Hoteles en Dublín

Si lo que quieres es evitar incomodidades y poder disfrutar también de los momentos de descanso entonces un hotel puede ser tu solución ideal, eso sí: los hoteles en Dublín son muy caros.

Te recomiendo el Lynams Hotel, situado en el centro de Dublín, en O'Connell Street. Es además uno de los más baratos, puedes conseguir una habitación por menos de 60€ si reservas con tiempo.

Otro barato, y bien situado, es el Grafton Hotel. En la planta baja hay un pub donde podrás pasar una noche acompañado de irlandeses celebrando la despedida de soltero de alguno de sus compañeros. Los precios también son muy interesanes, por debajo de 60€ en algunos casos.

Si lo que buscas es lujo, entonces puedes probar en el Merrion Hotel, una expléndida mansión de estilo georgiano, cerca del parlamento y la National Gallery. Eso sí, pide la habitación en la parte antigua, donde podrás sentir el estilo georgiano en todo su explendor, detalle y riqueza. Eso sí, prepárate para pagar al menos 200€ por habitación...

Pero si buscas hoteles en Dublín y no te convencen estos entonces déjate guiar por Trivago.com, una comparador de hoteles que busca y encuentra ofertas realmente buenas.

Imagen: Recepción del Merrion Hotel. Imagen: recepción del Merrion Hotel

Vuelos directos desde Valencia a Dublin

A partir de noviembre de 2010 Ryanair vuelve a conectar Dublín con el aeropuerto de Manises (Valencia). Lxs valencianxs podrán conectar con vuelos baratos otra vez con Dublín.

Cómo secar tus botas si están mojadas

En Dublín que llueva es algo normal y que tus botas se encharquen puede ser muy molesto. Una vez llegues a tu habitación para secar bien las botas prueba el siguiente truco: llenalas de papel de periódico. El periódico absorberá la humedad.

San Valentin en Dublin

Pocas personas saben que las reliquias de San Valentín se encuentran en la iglesia de Whitefriar Street, en la capital irlandesa

Dublín: la ciudad perfecta para pasar el día de los enamorados

Guinness Storehouse, la fábrica museo de la cerveza, propone un itinerario para pasar el fin de semana de San Valentín en la capital irlandesa

Dublín, 3 de febrero de 2009. Guinness Storehouse, la fábrica original de la popular cerveza convertida en museo, propone un romántico fin de semana del día de los enamorados por Dublín, la ciudad donde descansan los restos de San Valentín y que está llena de referencias al amor.

Cuadro de texto: No te puedes perder:  - Un paseo romántico por Phoenix Park - Las reliquias de San Valentín, en la iglesia de Whitefriar Street - Visitar el museo de la cerveza Guinness Storehouse - Vista panorámica de Dublín desde su punto más alto - Uno de sus castillos, como el de Malahide o el de Dublín - El Trinity Collage - El anillo de Claddagh - Disfrutar de una pinta de Guinness en un típico bar irlandés

El itinerario propuesto por Guinness Storehouse, en el que no falta la visita al bar con mejores vistas de la ciudad y la iglesia donde se encuentran las reliquias del santo del amor, es:

Sábado 14:

Por la mañana, el plan más romántico es ir a dar una vuelta por uno de los muchos parques de esta ciudad que cuenta con 2.000 hectáreas de zona verde. El Phoenix Park, el más grande de la ciudad, es uno de los más importantes parques de Europa y alberga el castillo medieval Ashtown, de antes del siglo XVII. Otra opción son los jardines Iveagh, menos conocidos, situados en el centro de Dublín y que fueron donados por la familia Guinness para uso y disfrute de todo el mundo.

Visita a Guinness Storehouse: el museo de la popular cerveza no sólo ofrece un paseo por la historia de Guinness, sino que cuenta con un importante archivo histórico de la ciudad de Dublín. En la tienda, la pareja podrá comprar todo tipo de accesorios de merchandising para él, para ella o para su hogar.

Comida en el restaurante de Guinness Storehouse: en él se puede disfrutar de la gastronomía típica irlandesa, como por ejemplo carne de vacuno, el estofado Guinness o la tarta de pescado con berberechos y mejillones.

Relax en el Gravity Bar: en lo alto del museo, el visitante podrá disfrutar de una pinta gratis mientras observa una panorámica de 360 grados de la ciudad de Dublín en el punto más alto de la ciudad. Ésta es, probablemente, la vista más romántica de Dublín.

La tarde es el momento ideal para ir de compras por Grafton Street: esta calle peatonal está repleta de artistas y tiendas de todo tipo.

Cena en uno de los restaurantes alrededor del parque de St. Stephen’s Green, en el corazón de la ciudad. Después se recomienda un paseo en una carroza tirada por caballos dentro del parque.

Disfrutar de una pinta de Guinness en uno de los típicos pubs irlandeses

Domingo 15:

Visita a uno de los populares castillos dublineses: Hacer una excursión al castillo Malahide, del siglo XII, es un plan ideal para un fin de semana romántico. El castillo dispone de un restaurante en el que se puede disfrutar de una comida irlandesa.

Se puede regresar a Dublín a primera hora de la tarde para visitar las reliquias de San Valentín, situadas en la iglesia de Withefriar Street. El año pasado, 2.000 personas acudieron a este monumento entre el 14 y el 15 de febrero, especialmente parejas.

Y como colofón para terminar este fin de semana, qué mejor que un relajante spa donde recibir un masaje y poder compartir un baño turco junto a la pareja.

Si queda tiempo para más actividades, la ciudad de Dublín ofrece muchos puntos de interés al visitante, tales como el Trinity College, el City Hall o el castillo de Dublín. Desde la página web de Guinness Storehouse es posible descargarse gratis una audioguía de la ciudad en la que se propone el recorrido más interesante de la capital, que incluye esos puntos.

Una compra muy especial

Además de este romántico plan, hay compras que son obligadas en la capital de Irlanda. Una pareja de enamorados no puede volver de Dublín sin el popular anillo de Claddagh, una sortija de origen celta sinónimo de Irlanda y del amor o amistad eternos. El anillo lo forman unas manos que sujetan un corazón sobre el que se apoya una corona.

Este anillo encierra leyendas y tradiciones de más de tres siglos de antigüedad, y tiene su propio código según esté colocado:

- Si se lleva en la mano derecha con el corazón mirando hacia fuera, la persona no mantiene ninguna relación.

- Si se coloca en la mano derecha con el corazón mirando hacia dentro, ésta tiene el corazón ocupado

- Si se coloca en la mano izquierda apuntando hacia el exterior, la persona está comprometida.

- Si se lleva en la mano izquierda con el corazón mirando hacia dentro, la persona está casada.